Ermita de San Bartolomé
Situada junto a la salida más occidental del pueblo, la pequeña Ermita de San Bartolomé fue construida hacia 1.926. Las obras fueron costeadas por el médico gaditano Bartolomé Gómez Plana que había llegado hasta Santa Ana la Real para curarse de una enfermedad. Como señal de agradecimiento por la hospitalidad que le había brindado el pueblo y por haber superado su dolencia erigió esta ermita en honor al Santo Apóstol.
La actual talla de San Bartolomé en madera policromada fue adquirida hace poco más de 20 años y goza de una profunda devoción entre los vecinos.
En el pasado verano de 1.998, finalizaron las obras de ampliación que han dotado al edificio de un nuevo altar y hornacina para el Santo además de una coqueta cúpula ovalada y una sacristía.
En el porche adosado a la fachada principal hay sendos bancos de mampostería, donde cada tarde, sobre todo en verano, acuden los santaneros y santaneras que van de paseo por la carretera.