Iglesia de Nuestra Señora de Santa Ana

Sin lugar a dudas es el edificio emblemático del pueblo. En pleno corazón del núcleo urbano, la Iglesia de Nuestra Señora Santa Ana, de estilo neoclásico, se terminó de construir a finales del siglo XVIII.

Consta de una gran nave central con cubierta a dos aguas. Su torre de dos cuerpos se remata con un pináculo octogonal decorado con cerámica vidriada.

En el campanario, existen hoy día dos campanas, conocidas popularmente como "la gorda" y "la chica".

En la fachada oeste, a un lado de la torre, se encuentra el reloj fabricado en 1.865 por José Martínez, relojero del ayuntamiento de Bilbao.

En el interior del templo destaca, por su antigüedad, la pila de bautismo donada en 1.601 por Domingo López. El Presbiterio y el crucero están decorados con pinturas murales realizadas por el pintor sevillano Rafael Blas Rodríguez en 1.949. El Altar Mayor está presidido por una talla de madera policromada de la Patrona Santa Ana, obra del escultor de Higuera de la Sierra, Sebastián Santos en 1.942 que es una copia de la anterior imagen destruida durante la Guerra Civil.

El camarín de la Patrona ha sido recientemente decorado por el pintor Rafael Rodríguez. Otros retablos que existen en la iglesia son: el del Sagrado Corazón, el de San Miguel Arcángel, el de la Inmaculada Concepción, el del Calvario, el del Niño Jesús, el de las Animas, el del Niño Jesús, el de San José y el de San Antonio.